Un tema bastante álgido este siglo de cambios, tribulaciones, evolución en unos aspectos e involución en otros.
Este artículo lo escribo a propósito de la reciente celebración del día de la madre. Muchas madres que conozco se sienten realizadas de haber traído al mundo un ser humano a su imagen y semejanza, y es que en la ley de la vida y de nuestra sociedad nos enseñan desde pequeños que el ciclo es NACER-CRECER-REPRODUCIRSE-MORIR... Sin embargo en este siglo ya muchos Millenials y nuevos Centennials no ven valor en la reproducción y no quieren tener hijos, según ellos, no desean traer a un mundo contaminado ambientalmente, con creciente violencia y corrupción, a otro ser humano, y esa es una decisión respetable, que algunos tildan de egoísta, pero es que no se puede juzgar desde las realidades de otro.
De este ciclo que en teoría debiera funcionar para todos, en lo único que no se tiene control es sobre la reproducción, del resto es fijo que si nacimos, creceremos (salvo que tengamos alguna enfermedad degenerativa) y muy pero muy seguro al 100% que moriremos (salvo que inventen ahora la pócima de la vida eterna, que aun no la veo tan clara), pero para reproducir... hay muchas variables que pueden no funcionar y sobre las cuales aveces no hay solución. Y así fue, cuando en mis años de juventud sólo veía una motivación de vida y era PROCREAR, pero por cosas de la vida o del destino o de Dios, mi cuerpo no estaba diseñado para esta tarea, aun los múltiples intentos, avances de la ciencia, intervenciones delicadas, inyecciones milagrosas... esa parte del ciclo perfecto del ser humano no funcionó conmigo, entonces empecé a sentirme IMPERFECTA por algún tiempo, y fue bastante doloroso, y un GRAN APRENDIZAJE (no todo lo puedes controlar y no todo lo que deseas se te va a dar), pero después de muchas reflexiones y procesos de coaching, psicólogos y meditación... acepté esta condición y entendí que mi verdadera motivación de ser madre era trascender e impactar a otros dejando una huella positiva. Lo más especial del proceso fue crear un lazo indestructible con mi pareja que comparte cada uno de mis sueños y anhelos, al final sólo seremos los dos cuando ancianos... y descubrir que la única manera de impactar y dejar huella no era convirtiéndome en una madre biológica, ni siquiera adoptando, que se puede ser madre de muchas otras formas, enseñando a otros, escribiendo libros, ayudando a criar los sobrinos y siendo ejemplo positivo para otras personas. Entonces mi vida cambió y me volqué a estas tareas que me llevaban a desarrollar ese instinto maternal y mi misión en esta vida.
Hoy soy una mujer sin hijos biológicos, pero madura profesional, física, psicológica y emocionalmente, que ha encontrado muchas formas de trascender y dejar huella. Hago obras sociales con niños, disfruto a mis sobrinos cada vez que puedo, viajo enseñando no sólo temas técnicos sino temas de vida, soy coach para ayudar a otros a encontrar sus motivaciones y lograr sus grandes metas . SOY LIBRE Y FELIZ!!
Y muchas mujeres a mi alrededor siguen procreando y quejándose porque se les "dañó el cuerpo" o por no tener tiempo para ellas mismas y sus parejas, para disfrutar la vida, para dormir o viajar, para desarrollar su profesión y hablan del sacrificio que deben hacer para criar un hijo que es una tarea de mucha dedicación y responsabilidad pero les consume todas las energías y la vida; otras se embarazan de la persona incorrecta y abortan, otras renuncian a su carrera profesional y cuando los hijos crecen se arrepienten y se sienten vacías, otras viven en el estrés diario y se envejecen muy pronto y algunas se empeñan tanto en procrear que terminan trayendo al mundo niños con enfermedades graves y terminales que les causa mas sufrimiento a ellas y a las criaturas. Sólo muy pocas que conozco han encontrado el verdadero balance entre ser mamá y ser mujer y las percibo realmente felices. Entonces, me pregunto ¿cuál es la verdadera motivación de ser madre? seguir la regla social de NACER-CRECER-REPRODUCIRSE Y MORIR? o quizás es una regla que nos hemos auto-impuesto y la máxima que debía acompañarnos es solo SER FELIZ y HACER FELIZ A LOS QUE TE RODEAN aunque no procrees. Cada cual lo sabrá desde el fondo de su corazón.
Dedico este artículo a todas las mujeres que han sufrido por no poder tener hijos; las invito a encontrar su nueva motivación de vida, y esa manera de desarrollar el instinto maternal y ser felices. SI SE PUEDE!!!
FELICITO A LAS MADRES que dedican su vida a otro ser humano. Invaluable labor y las invito a encontrar el balance entre su vida y la de sus hijos. TAMBIÉN SE PUEDE.
Al final... esta vida es muy corta y la única opción es SER FELIZ